Nos queda tanto por hacer...

Es lunes y me siento genial porque he empezado la semana con buen pie, lo que quiere decir que he tenido un buen día y que el optimismo que genera la inminente llegada de la primavera se ha adueñado de mí.

 

Como estoy de un humor radiante, - ¡Cuidado! Es un estado peligroso para la gente que anda a mi alrededor porque me vuelvo parlanchina y entusiasta a más no poder - he decidido compartir con vosotros un video de TED. Para quien todavía no lo conozca, TED (Technology, Entertainment, Design) es una organización en la que pensadores y emprendedores se reúnen en un evento anual para dar charlas sobre lo que consideran ideas dignas de difundir.

 

Hace ya algún tiempo descubrí este video y tengo que decir que se ha convertido en uno de mis videos inspirativos preferidos hasta la fecha. Es una charla algo diferente a esas que estamos acostumbrados a escuchar y que hablan sobre convertir tus sueños en realidad y  dedicarte a algo que realmente ames - Que tampoco están nada mal -. En esta conferencia,  sin embargo, Matt Cutts habla sobre objetivos a corto plazo y durante periodos de tiempo limitados.

 

Os dejo que lo veáis antes de continuar.

 

 

 

Y ahora viene el motivo por el que me parece tan genial esta idea. Para empezar, ¿Cuánto tiempo vamos a vivir? ¿Alguien lo sabe? ¡Ni siquiera tenemos la certeza de que al final el día de hoy seguiremos vivos!

 

De acuerdo, eso último ha sido un poco dramático pero aun así no quiero ser yo la que se marche de este mundo con mil cosas por hacer. 

 

Además, ¿No sería la vida mucho más interesante viviendo como Matt nos propone? Para empezar tendríamos muchas más cosas que contar a nuestros amigos. También enriqueceríamos nuestra mente con sabiduría de la que sólo se adquiere viviendo nuevas experiencias. Y sobre todo, sobre todo, seríamos más felices.

 

En mi caso, cuando vi el video por primera vez me motivé de tal manera que decidí probar yo también con algo que siempre me ha gustado pero que por falta de tiempo y de facilidad nunca había intentado: Escribir mi propia novela.

 

Pues sí, siempre he querido ser novelista y, aunque admito que no soy demasiado buena en esto de la redacción, tras escuchar a Matt hablando sobre lo maravilloso de poder decir que eres novelista, pensé: "¡Me has convencido, voy a probar!".

 

Y así lo hice; durante 30 días estuve escribiendo mi tan deseada novela...

 

...y ahora, dos años más tarde continúo con esa novela interminable que nunca me parece lo suficientemente buena como para terminarla o, al menos, dejársela leer a alguien. 

 

¿Pero sabéis qué? Creo que por fin mi historia va por buen camino y me tiene tan entusiasmada que quizás me anime más adelante a compartir algo en el blog.

 

¿Os gustará? Quién sabe.

 

¿Me convertiré en una nueva escritora de Best Sellers? Todos sabemos que no.

 

Pero al menos habré cumplido con mi objetivo de probar algo nuevo durante un tiempo y por el momento os aseguro que me está haciendo muy feliz.

 

 

Carta de presentación

Tengo que admitirlo...


Y es que yo soy de esas que adoran las películas romanticonas de los 90; que se asoma al balcón por las mañanas para darle los buenos días a Barcelona; que sale de la librería con 6 libros nuevos entre los brazos cuando sólo tenía intención de echar un vistazo. 

 

Where you were sleeping // Only you

Soy de las que se ríe de sí misma, de las que desayuna la pizza sobrante de la noche anterior, de las que piensan que los abrazos curan todos los males y de las que se quedan embobadas admirando lugares hermosos.

 

A pesar de mi edad todavía no he aprendido a enfadarme y detesto herir los sentimientos de cualquiera igual que detesto a las personas a las que no les importa.

París

 

También soy esa a la que tienes que tomar de brazo para bajar de nuevo a la tierra porque otra vez había empezado a flotar sin darse cuenta y la que pasea por la calle con un helado de chocolate en pleno diciembre.

Admito que me encantan los días grises, el otoño y el olor de la tierra mojada tras la lluvia.

Soy de las que hacen una lista cada primer día de enero con un montón de propósitos que nunca cumplo. Además tengo un favorito de todo: una flor, una prenda de ropa, un tienda, un día de la semana, un olor y hasta un tipo de tejado favorito.



Llivia

 

 Soy ñoña, soñadora y risueña. Opino que la vida es más sencilla de lo que parece. Creo en la mágica atmósfera que se forma en los días de lluvia y sigo pensando que Friends es la mejor serie que jamás se ha creado.

Por otro lado reconozco que no tengo gusto para la moda pero ser un desastre forma parte de mí. Soy despistada, indecisa y tengo dos pies izquierdos. Y por si fuera poco mi pelo siempre anda alborotado por mucho que me lo arregle y no consigo dejar de morderme las uñas.

 

Me gusta acurrucarme debajo del nórdico, me encanta releer una y otra vez mis escenas preferidas de las novelas y prefiero las fotografías en blanco y negro.

Mi pequeño balcón

 

Admito que soy feliz con una libreta en blanco y un bolígrafo de propaganda. Soy feliz cuando me hago un té. Soy feliz cuando me regalas un beso. Soy feliz las mañanas de lunes en las que trabajo. Soy feliz cuando pienso en lo emocionante que es la vida. Soy feliz cuando escucho mi canción preferida. Incluso soy feliz cuando me pongo mis gafas de pasta y de pronto todo queda más claro.

 

.....

 

 

 

He aquí la protagonista de cierta historia de la que en breve hablaré. Se supone que es más fácil si escribimos sobre lo que conocemos pero creo que he terminado cometiendo un error básico de novata: nunca desarrolles un personaje que se asemeje a ti.

 

Ahora que lo pienso este personaje se parece demasiado a su autora.

 

Se parece demasiado a mí.

 

Rectifico:

 

He aquí la protagonista de este blog.

 

Si quieres estar al día de todas las novedades, suscríbete Aquí y podrás leer las nuevas publicaciones directamente en tu correo.