Hoy escribo entusiasmada porque en mi entrada semanal de Barcelona os voy a hablar de uno de los espacios más especiales para mí. Se trata del lugar al que siempre acudo cuando necesito pensar, cuando necesito respirar, cuando trato de buscar otra perspectiva de las cosas y cuando salgo a hacer algo de ejercicio.
Y es que el Parc del Guinardó es un trocito de naturaleza dentro de la ciudad: un jardín para quien quiere pasear, un balcón para el que le gusta observar, una dulce melodía para quien sabe estar atento y un paraíso para el que necesita escapar.
Y es que el Parc del Guinardó es un trocito de naturaleza dentro de la ciudad: un jardín para quien quiere pasear, un balcón para el que le gusta observar, una dulce melodía para quien sabe estar atento y un paraíso para el que necesita escapar.
Para quien no lo conozca todavía, este espacio que se encuentra en el distrito de Horta-Guinardó, ocupa una 15,90 hectáreas y consta de tres zonas: El parque urbano, el parque histórico y el parque forestal.
A principios del siglo XX el ayuntamiento de Barcelona quiso adquirir algunos terrenos para destinarlos a parques. Un señor muy listo llamado Salvador Riera, que una década antes había comprado los campos de Mas Guinardó y algunas parcelas más, se ofreció a vender sus tierras por casi 9 veces más de lo que había pagado él.
Ya en 1916, Nicolau Maria Rubió i Tudurí llevó a cabo el proyecto diseñado por su mentor, un arquitecto paisajista francés llamado Jean Cleaude Nicolas Forestier, en el que el ajardinamiento se realizaría sobretodo en la parte oriental del terreno dejando el resto como zona forestal.
Por fin, en 1918 se abrieron las puertas de lo que sería uno de los primeros parques municipales de la ciudad.
Aun así a este espacio se le añadirían algunas hectáreas más de terreno doblando su zona verde en dirección al barrio Font d'en Fargues y más adelante otras nuevas parcelas ampliarían el parque llegando, de esta manera, a las casi 16 hectáreas de terreno que ocupa en la actualidad.
Gracias a este proyecto, el señor Forestier creó escuela en Cataluña al introducir el concepto de jardín de paisaje. Pocos años después fue el encargado del diseño y la dirección del ajardinamiento de la montaña de Montjuic para la Exposición Internacional de Barcelona de 1929.
Muchos años después, concretamente en 1977, el arquitecto Joaquim M. Casamor i d'Espona se encargaría de la remodelación del parque con una nueva ampliación, dejándolo tal y como lo conocemos hoy.
Fue la remodelación de 1977 la que dio fruto a esta zona del parque que comprende el espacio inferior y enlaza con la plaza del Nen de la Rutlla. Aquí se encuentra la entrada principal del parque. Este área está formado por terrazas a diferentes alturas y separadas por aludes con arbustos y árboles. En cada terraza hay varios parques infantiles de los de toda la vida, con pavimento de tierra y columpios para mecerse, (lo siento, pero los parques modernos acolchados y aburridos han perdido encanto) que se llenan todas las tardes a la salida del cole. También hay algunas mesas de picnic.
El nen de la Rutlla |
Zona de juegos |
Resultado del diseño de Forestier. El camino por donde circula el agua da comienzo en la parte más alta donde se encuentra el primer lavadero desde donde se pueden contemplar las primeras vistas de la ciudad. El recorrido sortea los muros de piedra de la parte central entre canales y cascadas llenado los estanques.
Vistas de Barcelona desde el lavadero más alto |
Cascada Parc del Guinardó |
Se puede disfrutar de un paseo agradable por los caminos que suben hasta ese lavadero, rodeados de un precioso jardín con abundantes arbustos, plantas aromáticas y árboles enormes. Es alucinante como el estruendo de la ciudad desaparece dejando paso al relajante murmullo del agua y el canto de los pájaros. Es como estar perdido en la montaña.
En la parte más baja se encuentra la histórica Fuente del Cuento que, por lo que he leído, es original de 1939 y antaño era un manantial muy popular en el barrio. Dicen que su nombre se debe a que la gente se entretenía contando historietas mientras esperaban para recoger el agua de esa fuente que, normalmente, manaba poco. Aunque también he leído que su nombre viene por tantas parejas que andaban siempre por allí y se decía que esa fuente tenía mucho cuento.
Font del conte ayer y hoy (memoriadelsbarris.blogspot) |
Aquí es donde yo me escapo siempre que puedo porque es la que me queda más cerca de casa. Esta zona tiene importantes pendientes y gran arbolada que circunda la parte más alta de la zona histórica y se extiende colina abajo.
Tiene muchos caminos que se van cruzando y que te llevan por todo el parque. Allí la gente suele salir a pasea con sus perros o a hacer ejercicio. Tiene varios miradores desde los que puedes quedarte embobado observando los tejados de la ciudad entre los que asoman sus construcciones más emblemáticas.
Parc del Guinardó |
Vistas de la ciudad desde el parque |
Para comunicar el parque con el barrio Can Baró, en 1991 se construyó un puente metálico justo bajo los bunkers del Carmelo (De los que hablaré otro día porque merecen una entrada completa) para sortear el enorme socavón que quedó como resultado de los trabajos de las antiguas canteras del Guinardó.
Camino del parque del Guinardó |
Éstas son las vistas desde el parque |
Existen varios puntos de acceso al Parc del Guinardó.
Yo llego siempre por la calle Francesc Alegre, en lo más alto cuando la vía llega a su fin, al dejar atrás esas construcciones que debían ser casas señoriales a principios de siglo y que ahora se han convertido en residencias de ancianos. Esa entrada da acceso a la parte forestal del parque.
En la Avenida Mare de Deu de Montserrat se encuentra la entrada principal en la que te da la bienvenida la estatua del Nen de la rutlla en medio de la plaza.
Hay otra entrada en la Calle Garriga i Roca directa a la zona urbana y por la calle Mühlberg, cruzando el puente del que antes os he hablado, donde accedes a la parte forestal.
Como os decía al principio, un espacio idóneo para escabullirse del estrés de la ciudad, disfrutar de maravillosas vistas y respirar aire puro.
¡Por cierto! Para quien le guste madrugar, os recomiendo cámara en mano y excursión al parque porque los amaneceres desde allí son realmente preciosos.
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Que chulo! me encanta este parque! Pero veo que hay rinconcitos que no he descubierto...! :)
ResponderEliminarQue bonito, cuantos rincones me quedan aún por descubrir de Barcelona...
ResponderEliminarUn saludo!
Jessica
Muchas gracias por la visita Guapa :)
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