Esta semana avancé un par de días el post de los viernes, en el que os cuento cosas de Barcelona, porque quería compartir con vosotros la Diada de Sant Jordi.
Por lo que hoy, al tener un hueco libre, he decidido escribir una entrada personal y hablaros del título de mi blog.
Seguramente más de uno os habréis preguntado de dónde habré sacado un nombre tan absurdo, o tan bonito, o tan... lo que sea, para el blog.
Bueno, es que no sabéis lo complicado que es decidir lo que para mí es la esencia un blog. Porque hay que reconocer que cuando el título te llama la atención y te gusta, te dan ganas de entrar y descubrir que más cosas bonitas hay detrás de ese nombre.
Todo esto me lleva a pensar en el poder de las casualidades y en como a veces, las cosas que nos ocurren, por absurdas o desdichadas que parezcan, son la base para desencadenar una serie de sucesos que nos conducirán hacia la verdadera felicidad.
Al final me he puesto filosófica y todo, un poco exagerado comparar el origen del título de mi blog con la felicidad, pero quien sabe, quizá estoy a medio camino de algo bueno :)
Me despido con un besote!
Ya había leído en algunos blogs como el de Mónica de Cortar, coser y crear o el blog de Blanca de Personalización de blogs sobre lo complicado que es buscar un buen nombre para un blog y al final resulta que, con el tiempo, la mayoría se arrepienten del nombre escogido.
Reconozco que pasé semanas buscando un nombre perfecto que definiera mi blog, un blog que en aquel momento todavía no tenía temática definida.
¡Doblemente complicado!
Lo primero que hice fue una lista con muchos nombres del tipo: El rincón de Eva (aburrido), La nube de Eva (yo no entraría), Cuentos de Eva (¿Eso es para niños? Tampoco entraría) y una larga lista de etc. etc., que fui tachando hasta el final.
Por fin, una tarde decidí dejar el tema del título para el final y me puse a crear oficialmente el blog acompañada, como siempre que me siento a escribir, por el repertorio de casi mil canciones que guardo en mi iPod.
Desgraciadamente, al abrir mi cuenta en blogger, lo primero que me pedía era un título para el blog.
¡Maldita sea! ........ ¿Y si lo llamo maldita sea? .......... Uhmm mejor, no.
De pronto una canción empezó a sonar, como por casualidad, en el reproductor. Una canción que me descubrí tarareando mientras trataba de dar con un título.
Y mientras la tarareaba me di cuenta que el título de mi blog se encontraba en el estribillo de esa canción tan bonita de Lindsey Ray. Y no sería cualquier título, sería el título definitivo.
Para quien tenga curiosidad por esta canción o por el tipo de música que me gusta escuchar mientras escribo, os dejo aquí el video con letra incluida. (Siento no haber encontrado un video mejor.)
Conocí esta canción por casualidad a través de un capítulo de la serie Castle, una serie que me encanta y que también descubrí por casualidad hace mucho tiempo.
Todo esto me lleva a pensar en el poder de las casualidades y en como a veces, las cosas que nos ocurren, por absurdas o desdichadas que parezcan, son la base para desencadenar una serie de sucesos que nos conducirán hacia la verdadera felicidad.
Al final me he puesto filosófica y todo, un poco exagerado comparar el origen del título de mi blog con la felicidad, pero quien sabe, quizá estoy a medio camino de algo bueno :)
Me despido con un besote!
Buen fin de semana a todos :)
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