Nueva York: Algunos planes diferentes y geniales. (Parte I)

En realidad ya no hacen falta guías de viaje ni recomendaciones de páginas web para saber lo que nos está esperando en la ciudad de los rascacielos.

Es la ciudad más famosa del mundo y todos tenemos claro los lugares que no debemos perdernos la primera vez que viajemos allí. Por eso no me detendré en mencionar el Empire State, Central Park, 5 Avenue, el MET y demás escenarios emblemáticos que aparecen en todas las películas.

 

Durante mi última visita a Nueva York utilicé todas esas horas que se pierden haciendo largas colas en los emplazamientos populares que las guías de viaje te marcan como obligatorios, para recorrerme la ciudad de arriba a abajo y de cabo a rabo.

Sólo pudimos pasar dos noches en la gran Manzana pero aprovechamos muy bien cada minuto de esos tres días. Tanto, que hoy me he levantado con ganas de hablar de ello.

De regreso a Barcelona traje conmigo algunos planes alternativos para vuestro viaje a NYC. Puede que los planes que os proponga ya entraban dentro de vuestra ruta inicial pero para los que, como yo, en el primer viaje no tuvimos tiempo para tanto, puede ser interesante.

Para no alargar demasiado esta entrada y que termine siendo pesada he decidido dividirla en dos. En esta primera entrada os dejo tres planes muy chulos:

Seguro que todos habéis oído mencionar en alguna serie o película americana los mac and cheese. Era el plato preferido de Chandler en Friends. Es un plato típico del sur de USA muy sencillo de hacer, introduciendo en el horno una cazuela de macarrones cocidos con salsa de queso Cheddar. A esta receta se le pueden añadir otros ingredientes como salchichas o, incluso langosta que es la que yo probé. 

 

Tengo que deciros que cerca del Soho hay un pequeño establecimiento, inconfundible por su color amarillo, llamado MACBAR  en el 54 de Prince Street que prepara unos mac and cheese increíbles.

 

Además de los clásicos, también puedes encontrar macarrones con diferentes combinaciones de queso y otros productos. La gente de allí suele pedirlos para llevar aunque en el interior del local hay tres mesas y una barra por si quieres degustarlos allí mismo.

 

 

 

 

Supimos de este lugar de una forma curiosa. Fisgoneando entre todos los canales y programas que te ofrece la minúscula tele que tienes frente a ti en el avión, dimos casualmente con el típico programa televisivo americano donde un tipo recorre el país en busca de los mejores lugares de comida rápida y ese día los protagonistas eran los mac and cheese y el Macbar como uno de los mejores en Manhattan.

Nosotros decidimos probar The classic y Mac Lobsta'. Los dos nos encantaron, aunque terminamos reconociendo que los clásicos eran nuestros favoritos.

 

Os recomiendo muy seriamente que si pasáis por Nueva York hagáis un alto en Macbar, los probéis y luego me contáis si tenía o no razón.

 

Me quedé encantada con mi mañana del viernes. Hacía buen día así que decidimos bajar dando un paseo por bajo Manhattan recorriendo el distrito financiero, el Soho y West Village. Íbamos en busca de tiendas chulas cuando nos topamos con el edificio de lo que una vez fue The National Biscuit Complex.

 

Aquella fábrica que en otros tiempos vio nacer las famosas galletas oreo, se ha convertido hoy en un edificio precioso de oficinas que alberga las sedes de grandes marcas y además tiene un mercado en las plantas inferiores con un montón de restaurantes, pequeñas tiendas de comida, dulces, cafeterías, algunas tiendas chulísimas de menaje y artículos para el hogar, etc.

 

El encanto del lugar es que conserva muchos elementos de la antigua fábrica, como el pavimento original, las paredes de ladrillo visto, los ascensores y otras piezas dándole un aspecto industrial y conservando toda su historia.

 

Es un mercado para perderse y pasar el tiempo entrando aquí y allá, probando un dulce por aquí, algo para picar en un take away y comprando algún que otro caprichito (ya os aviso que el reloj de cocina estilo vintage que nosotros compramos era totalmente necesario!!), mientras disfrutas del buen ambiente del lugar y te dejas fascinar por el resultado de la magnífica obra de rehabilitación.

 

 

 

 

 

 

Tengo que disculparme porque, por culpa del entusiasmo que me provocaban tantas tiendecitas curiosas a mi alrededor, me olvidé de hacer más fotos.

 

Las que os dejo a continuación las he recopilado por la red.

 

http://www.localnomad.com/en/blog/2013/11/11/new-york-on-the-market/

 

http://www.newyorkinspiration.com/chelsea-market/

 

www.pbase.com

 

 

 

 

 

Al salir de Chelsea Market y continuando por el Meatpacking district nos encontramos con un lugar que debería ser de visita obligada: El parque elevado High Line.

Thehighline.org

Esta reciente rehabilitación ha cambiado la vida de los neoyorkinos. Les ha dado un nuevo lugar donde poder esconderse, relajarse y evadirse un rato del estrés diario que conlleva la vida en la gran manzana. Por otro lado el High Line les ha dado una perspectiva completamente diferente de Lower Manhattan. Una perspectiva desde un punto elevado ya que este nuevo parque se encuentra a 9 metros de altura desde el nivel del suelo.

Originalmente esta línea de ferrocarril se construyó allá en 1930 a lo largo del West Side Manhattan desde el Meatpacking district hasta la 34th. El motivo de una línea elevada fue el alto número de accidentes que provocaban los trenes a nivel de calle.

Thehighline.org

Los ferrocarriles hacían el reparto de mercancía tal como carne, leche y materias primas a los muelles de carga que las fábricas poseían en las plantas superiores de los edificios.

En 1960 se demolieron algunas partes de la construcción y en 1980 circuló el último tren antes de ser abandonado definitivamente.

Por suerte, hace unos pocos años la asociación "Amigos del High Line" luchó por preservar aquel lugar con tanta historia y convertirlo en un espacio público. Tras un concurso de ideas en las que presentaron propuesta 36 países, se decidieron por el proyecto de James Corner Field Operations creando así el High Line elevator Park.

El resultado de esta rehabilitación y cambio de uso  en el que han podido conservar algunos elementos del High Line original como las viejas vías o las barandillas art decó es espectacular. Un gran espacio ajardinado que unifica lo viejo y lo nuevo, de una longitud de 2,3km y que recorre una parte del West Side entre edificios, cruza sobre las amplias calles del Meatpacking district y te ofrece asientos en primera línea para disfrutar de maravillosas vistas mientras disfrutas de un almuerzo tipo picnic adquirido en Chelsea Market.

En definitiva un delicioso paseo para disfrutar de la ciudad desde una nueva perspectiva.

 

Por el momento me detengo aquí, ¿Qué te ha parecido? Supongo que, como a mí, te acaban de entrar unas enormes ganas de comprar ahora mismo un billete a Nueva York y partir mañana a primera hora.

Pero que le vamos a hacer, por el momento nos conformaremos con soñarlo mientras ponemos el despertador a las 7 de la mañana para ir a trabajar...

.......

La semana que viene publicaré una nueva entrada con más planes alternativos y geniales para esta ciudad que me tiene enamorada y de la que siempre me despido con ganas de volver.


Hasta la próxima :)

Este post participa en la party link de Lireth's Notebook

 

 

  

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